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El esguince de tobillo

  • Por Javier Martín Cabezuelo
  • 23 may, 2018

El esguince es la lesión de un ligamento, estructura que une un hueso con otro estabilizando la articulación para limitar su movilidad y evitar movimientos forzados o excesivos.

La articulación del tobillo (también llamada tibio-peroneo-astragalina) está formada por 3 huesos: el peroné, la tibia y el astrágalo. Sus principales movimientos son la flexión plantar y la flexión dorsal o extensión. Sin embargo, trabaja en conjunto con otros huesos del pie (calcáneo, huesos del tarso y el metatarso) para realizar movimientos combinados conocidos como inversión y eversión.

Los principales ligamentos del tobillo que van a limitar estos movimientos son:

  • Ligamento lateral externo: limita principalmente los movimientos de flexión (+plantar) y de inversión y está formado por 3 haces: haz peroneo-astragalino anterior, haz peroneo-calcaneo y haz peroneo-astragalino posterior.
  • Ligamento lateral interno: limita principalmente los movimientos de flexión (+dorsal) y de eversión y está constituido por fibras profundas y superficiales.

El esguince más común de tobillo afecta al ligamento lateral externo (sobre todo al haz anterior y al peroneo-calcáneo) por un movimiento forzado de flexión plantar e inversión (la típica “torcedura de tobillo”).

En función de la gravedad, el esguince puede ser de:

  • Grado 1: el ligamento sufre una leve distensión provocando dolor al reproducir el gesto lesivo y posible inflamación.
  • Grado 2: el ligamento sufre una leve distensión provocando dolor al reproducir el gesto lesivo y posible inflamación.
  • Grado 3: es el caso más grave ya que supone la rotura total del ligamento. En este caso existe una inestabilidad del tobillo con gran inflamación y hematoma, con gran dificultad para apoyar el pie. 

En los esguinces más leves (grado I) puede ser suficiente con medidas antiinflamatorias como hielo, poner el pie en alto o un vendaje compresivo en las primeras 24-48 horas. Sin embargo, en los casos más graves conviene realizar un tratamiento de fisioterapia y osteopatía para una mejor recuperación que evite complicaciones propias del esguince tales como: contracturas o distensiones en los músculos de la pierna que tratan de evitar el movimiento forzado del esguince (como los peroneos), falta de movilidad en determinados huesos del tobillo-pie (como el astrágalo) o edemas óseos.

Por Javier Martín Cabezuelo 8 de agosto de 2019

La fascia o tejido conectivo es uno de los cuatro tejidos presentes en el cuerpo humano junto al tejido muscular, nervioso y epitelial.

Tradicionalmente, la fascia se ha entendido como una “segunda piel”, una membrana fibrosa blanca, reluciente y resistente que recubre uno o más músculos.

Por Javier Martín Cabezuelo 30 de noviembre de 2018

El Pilates es un método de entrenamiento físico y mental cuyo objetivo es la mejora de la fuerza, flexibilidad, movilidad y postura de todo el cuerpo siguiendo unos principios fundamentales: concentración, control, precisión, fluidez, centralización y respiración.

Considerando a la mente como indivisible del cuerpo, es básico que cada ejercicio de Pilates se realice de forma consciente y controlada, con especial atención al área del cuerpo que se está trabajando en cada momento.

Todos los ejercicios se realizan desde el "core" (músculos abdominales, lumbares, de las caderas, glúteos y suelo pélvico) para fortalecer y proteger la columna trabajando la musculatura profunda o estabilizadora que nos permite mantener una postura correcta y la cual, por la vida sedentaria actual, tiende a estar más debilitada.

Por Javier Martín Cabezuelo 23 de enero de 2018

Los discos intervertebrales son las estructuras que separan cada una de las vértebras que forman la columna vertebral. Su principal función es la de absorber o amortiguar las fuerzas de compresión de la columna distribuyendo uniformemente las cargas, además de participar en el movimiento vertebral.

Por Javier Martín Cabezuelo 22 de noviembre de 2017

La osteopatía es una medicina alternativa, integrativa y holística o global cuyos principios son:

  • La unidad del cuerpo: el ser humano es un todo y forma una unidad de manera que cualquier lesión, pérdida de movilidad o disfunción puede influir sobre el resto del cuerpo y la salud general.
  • La autocuración: el cuerpo posee sus propios mecanismos de defensa y, mediante un sistema de equilibrio complejo, tiende a su autorregulación y autocuración frente a los procesos patológicos.
  • La estructura gobierna la función y viceversa: el daño en una estructura (por ejemplo, del músculo cuádriceps) alterará su función (estirar la rodilla). De igual forma, una perturbación en la función de doblar la rodilla terminará afectando al músculo. Lo mismo ocurre con cualquier articulación, órgano o sistema del cuerpo.
  • La ley de la arteria: el buen funcionamiento de las diferentes partes del cuerpo depende de un buen aporte de suministros básicos por parte de la circulación sanguínea y del buen influjo nervioso. Toda estructura corporal es más vulnerable si su vascularización e inervación están afectadas.
  • La vida es movimiento: cada célula, y por tanto, cada tejido, órgano y sistema del cuerpo humano tienen un movimiento y ritmo propio que permiten su funcionamiento óptimo.

El campo de trabajo de la osteopatía comprende 3 sistemas principales de abordaje y tratamiento:

  • Osteopatía estructural: dedicada al sistema músculo-esquelético (huesos, músculos, ligamentos y tejido conectivo) y a las disfunciones o pérdidas de movilidad que en él se pueden producir.

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